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Igleias de Palma (I). Santa Eulalia, Monti-Sion y Sant Francesc

"Santa Eulàlia es una de las iglesias más antiguas y más interesantes de la ciudad. No existe ningún documento que acredite que dicha iglesia fuese fundada a raíz de la conquista, pero lo cierto es que ya debía existir en dicha época, pues se la menciona en el Llibre del Repartiment de terres i cases, fechado dos años después de la conquista, y figura en algún episodio de la vida de Ramón Llull, nacido en 1235. Fortalece esta posición el hecho cierto de que los moros, dominadores de la isla, toleraban el culto cristiano y permitían la erección de iglesias, mientras se pagasen determinados tributos.

Su fachada es sencilla y está muy modernizada y si no fuera por la gran claraboya de vidrios de colores que en ella se abre, casi nadie pensaría en origen medieval.

Los dos muros laterales son antiguos, estando el de la izquierda mejor conservado, pudiéndose apreciar su primitivo aspecto; no así el de la derecha, con nueve contrafuertes, entre los cuales se han construido tejados, y algunas pequeñas habitaciones. Por debajo de los contrafuertes corre una moldura saliente sostenida por pequeñas ménsulas, y en la que existen tres gárgolas que representan un viejo, un león y un perro. Hacia la mitad de la iglesia, y a la izquierda, hay un hermoso portal gótico y a la derecha otro portal bajo un arco apuntado saliente. La iglesia tiene tres ábsides, en parte reformados, que se apoyan en contrafuertes, de los cuales tres corresponden a cada una de las naves laterales y cinco a la nave mayor. El interior de la iglesia está conservado bastante bien, todo es gótico y tiene tres naves. Tiene nueve columnas a cada lado, con capiteles de follajes, de las cuales seis corresponden a la nave central y tres al coro. Las bóvedas son de crucero. Las naves laterales están separadas, de la central, por seis arcos apuntados que arrancan desde la altura de los capiteles, y que se prolongan detrás del altar mayor. Las bóvedas de las naves laterales están sostenidas por seis arcos apuntados que van a morir en las columnas empotradas en las paredes exteriores. Únicamente la primera capilla de la derecha tiene un hermoso retablo gótico antiguo con cuatro santos sobre fondos de oro colocados debajo de arco apuntado coronado por una cruz, y una predela con siete santos, con sólo el busto pintado. En la parte superior hay otros pequeños cuadros. En la tercera capilla existe una hermosa estatua de San Luis Gonzaga.

La iglesia de Monti-Sion tiene un origen remoto. Según los cronistas de Mallorca desde 1314 ocupa el lugar donde estuvo situada una antigua sinagoga, que fue demolida para edificar la iglesia y el colegio de Nostra Senyora de Monti-Sion. Más tarde, fueron ambos cedidos a los jesuitas, que trasladaron a ella la santísima Eucaristía en septiembre de 1561, habiendo pasado por todas las vicisitudes que la orden ha experimentado. Exteriormente es sencilla; tiene un portal plateresco suntuosamente ornamentado. Su interior es de bóveda de cañón dividida en cinco partes, sin contar las extremas, entra las cuales hay unos plafones pintados rodeados de una rica decoración barroca. Cuatro arcos de crucero sostienen una tribuna apoyada en arco rebajado.

A cada lado de la iglesia hay cinco capillas de arcos apuntados y encima de ellas tribunas con barandas abalaustradas. A la izquierda, cerca de la entrada, hay una capilla revestida de mármoles y jaspes, con rico ornato, dedicada al Beato Alonso Rodríguez, nacido en Segovia el 15 de julio de 1531, que fue portero de Monti-Sion y se dedicó, el Palma, a consolar a los pobres y a los enfermos.

La iglesia de Sant Francesc es una de las más grandes y más interesantes de Palma. El rey Jaume II por su devoción a la orden franciscana y por el cariño que profesaba a su primogénito de su mismo nombre, que estaba a punto de entrar en dicha orden, o que tal vez ya había profesado en ella, puso por propia mano la primera piedra de la nueva iglesia el 31 de enero de 1281. Cinco años más tarde se comenzó a construir el nuevo convento, de enormes proporciones, como lo prueba que el dormitorio tuviese 270 pies de largo. En 1317 la construcción del claustro y de la iglesia estaban tan adelantados, que el 4 de octubre de dicho año, fiesta de san Francisco de Asís, fue posible celebrar los oficios divinos en la iglesia nueva, ya terminada casi del todo.

   

La iglesia tiene su fachada en la Plaça de Sant Francesc, y en ella un gran portal barroco, pero en su estilo de un plateresco muy hermoso y una gran claraboya de estilo renacimiento con 38 adornos florales que corresponden a cada uno de los rayos de la claraboya. Sobrepuesto a la fachada hay un frontón en cuyo tímpano existe un reloj de sol. Nueve balcones, con balaustres, de los cuales dos corresponden a las torrecillas laterales animan mucho este frontón, por lo demás muy desnudo, aunque pintado. Los contrafuertes, altos, que separan las capillas laterales, dan un aspecto muy bello a las fachadas de los lados. A la derecha está la torre del campanario, barroca, muy alta, y con su reloj. A la izquierda existe un portal lateral barroco. El interior de la iglesia es de una sola nave, con nueve arcos apuntados muy amplios que arrancan, siete de ellos, de capiteles dorados de las columnas con zócalos de mármol rojo de Binissalem. Las columnas y arcos están enlucidas, lo mismo que las claves que sobre el enlucido muestran diversas figuras, todo obra de tiempos posteriores a la construcción de la iglesia.

Detrás del retablo barroco del altar mayor existe una especie de coro bajo al que se entra por las dos puertas que están a cada lado de dicho altar. Es abovedado, siendo su clave muy hermosa, y de ella irradian ocho fuertes nervaturas que separan las siete capillas que rodean este coro. La de la izquierda, donde está el sepulcro de Ramón Llull, tiene una cúpula ricamente decorada con una clave muy hermosa: de esta cúpula salen ocho nervaturas, de las cuales cuatro se cruzan en otra clave. El monumento a ramón Llull es uno de los más hermosos de Palma, precioso ejemplar del gótico tardío. Fue erigido en honor del bienaventurado, después de un incendio que hubo en la iglesia, del que salieron incólumes sus reliquias.

Desde la Plaça de Sant Francesc, atravesando unas ruinas que conservan todavía un ventanal ojival, a la derecha de la fachada de la iglesia, se entra en el claustro del convento que, desde el punto de vista artístico, debe ser contado entre las construcciones de más valor de la ciudad de Palma. Forma este claustro un patio cuadrado irregular, sesgado en la parte adosada a la iglesia. A su alrededor hay una serie de arcos ojivales muy decorativos, apoyados en columnas tetralobuladas.

En la parte derecha del patio hay 25 arcos, que son los que están mejor conservados del claustro. En la pared correspondiente hay algunos escudos y debajo de tres de ellos una capillita, muy graciosa, que la fe piadosa sigue estimando, pues delante de esa cuelga una lamparilla.

El techo de los corredores es de madera con las vigas con los extremos recortados formando dibujos. Encima de esta techumbre, en la parte de la derecha y en la que está enfrente de la entrada, hay una especie de desván, o claustro superior, con columnas octagonales. La parte de este piso superior que corresponde al lado de la iglesia tiene sus columnas redondas con capiteles pseudojónicos."

Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Mallorca: Ciudad de Palma. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.

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