Pescados azules
"Muchas son las grandes y llamativas formas que revisten los miembros de la familia de los escómbridos, y muy nutrida la aparición otoñal, en setiembre y octubre, del pez piloto, Naucrates ductor.
Otro tanto cabe decir de las conocidas palometas (Lichia amia, L. glauca y L. radigo). La primera de las enunciadas alcanza una longitud de un metro, y más, mientras que la de las otras dos oscila entre 40 y 60 cm. Mycropteryx dumerili y M. rafinesquii; las "sírvies" de los mallorquines, son capturas frecuentes en primavera y otoño la primera llega a pesar hasta 80 kg.
Mucho más frecuente son aun las dos especies Scomber, comunes desde abril hasta setiembre, y Auxius bisus en mayo y junio. Cinco son las especies de atunes que visitan estas aguas, siendo las más frecuentes Thunnus vulgaris y T. thunnina, a las que los mallorquines aplican el nombre indiferenciado de "tonyina". La verdadera patria de estos peces se encuentra en alta mar, pero no es raro, que hagan presencia frecuente a lo largo de las costas.
El "Bonitol" (Pelamis sarda) es pescado sobretodo en primavera y otoño; otro tanto ocurre con Zeus faber, aquí llamado "Gall de mar" o "Gall de San Pere", en razón de la célebre leyenda en torno a San Pedro, tantas veces oída en las aguas mediterráneas.
Muy común en setiembre es la llamada "llampuga" (Coryphaena hippuris), visible sólo en alta mar, en las proximidades de la superficie. Más rara es la verdadera dorada (Coryphaena imperialis).
Por último cabe señalar el menudeo de los peces espada cerca de la costa en todas las épocas del año; los individuos de esta especie suelen alcanzar dimensiones nada despreciables. El propio Barceló i Combis me comunicó haber visto un ejemplar de 4 m."
Archiduque Luis Salvador de Austria. Las Baleares por la palabra y el grabado. Mallorca: Parte General. Ed. Sa Nostra, Caja de Baleares. Palma de Mallorca. 1.982.
